"La canción llega al chamán como la voz del Espíritu.
Es la Naturaleza misma la que canta"
Uno de los secretos del poder del chamán es su capacidad de ver belleza y espíritu en todo, en cada elemento de la naturaleza, en cada criatura u objeto presente en su realidad, incluso en sí mismo.
Para el habitante de nuestra sociedad esto último constituye un gran desafío, sobre todo después de haber transitado una infancia en donde quizás fue comparado con otros, criticado con dureza o -sencillamente-, no fue aceptado en su esencia auténtica.
Esto lo conduce a ver separación, juicio negativo, oscuridad y rechazo por donde quiera que va.
Para el chamán, en cambio, cada aspecto del mundo es un canto a la belleza de la Totalidad y por ende a su propia belleza.
Cada mañana, el concierto de los pájaros lo saluda, el sol le da la bienvenida, el aire limpio que entra en sus pulmones es un mensaje a su divina presencia.
Cada luz reflejada en las hojas de los árboles, cada melodía del viento, cada sorbo de agua fresca, le transmiten un reconocimiento a lo sagrado en él.
Sólo desde lugar de conciencia en dónde nos damos cuenta que somos una parte integral y necesaria del universo es que podemos ser libres.
Sólo a partir del momento en que aceptamos nuestro valor, podemos comprometernos con el camino de responsabilidad y compromiso que nos conduzca a dar lo mejor de nosotros en beneficio de nuestra comunidad.
Sólo a partir del momento en que aceptamos nuestro valor, podemos comprometernos con el camino de responsabilidad y compromiso que nos conduzca a dar lo mejor de nosotros en beneficio de nuestra comunidad.
Y asi, alcanzar la plenitud, en servicio y en felicidad.
Flavia Carrión
