Escritos de Alonso del Río, artista de la vida!
¿Recrearse o distraerse?
Hace algún tiempo llegó a mi casa una buena amiga a contarme una horrible experiencia.
Había sido robada y además ¡le habían escupido la cara! Contaba esto
con una tremenda carga emocional entre indignada, furiosa y asqueada.
Sin atinar a algo mejor, torpemente pregunte: ¿te robaron mucho?
No, no, fue muy poco, bueno todo lo que tenía en la bolsa, pero me escupieron ¿comprendes? ¡Me escupieron en la cara!
La sensación de vejación era total
Recordé que es una vieja modalidad de robo que tienen en Cusco.
Dos ladrones identifican una víctima que va por la calle. Uno se
adelanta unos 50 metros y empieza a caminar por la acera en dirección a
la víctima. El otro está detrás a pocos pasos.
Cuando se cruzan el
ladrón con la víctima, él ladrón arroja un purulento y viscoso
escupitajo sobre el rostro de la víctima. Esta se queda totalmente
paralizada por la asquerosa sorpresa mientras el que viene detrás tiene
varios segundos para buscar en la bolsa de la persona afectada sin que
ella note nada.
En ese momento algo resonó en mí.
En mi casa no
tenemos televisión pero venía de Lima de visitar unos días a mi familia y
aunque dicen que nunca ven la tv, está prendida desde las 7am. hasta la
noche. La sensación para una persona que no está acostumbrada a ver tv
es la misma: No me escupas la cara. Las pocas imágenes bellas o amables
vienen como gotas en un mar de tv basura.
No es pura coincidencia
que las cadenas más grandes de información se han reducido en los
últimos 20 años de 32 a 5 en la actualidad. Ellos controlan toda la
desinformación oficial a parte de toda la maravillosa industria del
“entretenimiento”.
La sociedad del entretenimiento
Inspirándose en nuestros creativos ladrones artesanales, los grandes
arquitectos del actual sistema, muy hábilmente lo adaptaron al manejo
de masas.
Un poco más sutiles, -porque se supone que el escupitajo
(en un estado de derecho) tiene que ser aceptado voluntariamente-
crearon la industria del entretenimiento.
Confirmaron sus teorías
sobre el tremendo poder que tienen los medios de comunicación y sobre
todo la industria del entretenimiento, manteniendo a la gente distraída,
“divertida” mientras los grandes poderes económicos nos vacían los
bolsillos.
Y claro, a la velocidad que nos llueven los escupitajos
no nos dan tiempo ni para protestar sentados en la comodidad de nuestro
sillón favorito.
Tal vez esta imagen ya esté un poco
desactualizada, porque la perfección de su obra se manifiesta en la
medida que nos han enseñado (amaestrado) a que nosotros hagamos su
trabajo. Ya no son ellos los que escupen. (No solo externalizan los
costos sino ahora también el trabajo). Ahora yo te distraigo y tú me
diviertes…
Para los pocos que escapan a su cautivante poder han
diseñado otras herramientas, que permiten que sigamos ingenuamente
perdiendo el tiempo mientras ellos le dan la última mano de pintura al
bunker del supremo poder. Y todo frente a nuestras narices…
No me robes el tiempo hijo, ni pierdas el tuyo, que finalmente es lo más sagrado y lo más valioso que tenemos.
¿Distraerte o recrearte?, ¿divertirte o sanarte?
Distraerte, divertirte, entretenerte se han vuelto palabras que se
suponen son actividades propias de la salud emocional de un ser humano.
Pero lo que no nos damos cuenta es que estás son las palabras
impostoras, por lo menos para un grupo de seres que pensamos en
términos de evolución. Yo no quiero distraerme, quiero estar atento en
mi camino para poder servir. Yo no quiero divertirme, quiero ser uno en
la conciencia con todo lo que existe. No quiero entretenerme, quiero
recrearme para lograr una mejor versión de mí mismo, quiero usar todo
mi tiempo y mi energía en crear y compartir un arte sanador, que me
sane a mí y a todos los que lo reciben. Quiero crear un mundo mejor
para ti y para mis hijos y no tengo tiempo para distraerme.
Esto no
quiere decir que no disfrute momentos de felicidad, de trivialidad, de
plenitud, de expansión o de reír hasta las lágrimas, pero todos estos
momentos son parte de mi vida diaria, de mi trabajo. No necesito
consumir un producto enlatado que diga “entretenimiento”.
Por eso hasta ahora no me dan el “Gramy Chamánico”.
Muchas veces lo he mencionado, mi negocio es la conciencia. Nada me
hace más feliz que poner un rayito de luz en la vida de alguien. Esa es
mi fiesta.
Arte y sociedad
El verdadero arte es
belleza y la belleza es verdad y la verdad nos hará libres, así que es
mal negocio para los ladrones de sueños darle al pueblo verdadero arte.
Desde tiempos inmemoriales se veneró el arte como algo sagrado, porque
la gente intuía que no solo toca nuestras profundidades sino que también
las cura.
Entonces una sociedad sin verdadero arte es una sociedad enferma.
El arte le habla al corazón, a la intuición pero también a la mente,
toca los dos hemisferios cerebrales y algo mágico sucede que el ser
humano se siente completo, integro, total.
Una persona que no produce o no consume belleza se enferma.
La definición moderna de arte es muy interesante:
Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una
visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con
recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
Ciertamente no me
extrañaría que pronto supriman la palabra desinteresada, pues es la
única que todavía hace la diferencia entre el verdadero arte y el “arte”
comercial.
La única diferencia entre lo verdadero y lo falso es
muchas veces la motivación. Si la motivación es existencial, visceral o
si la motivación es un frío cálculo de cuánto puedo ganar por producir
algo que se pueda vender como arte.
Miremos juntos como trabaja
matrix: Al no tener acceso al mundo real, al mundo sagrado, lo que hacen
es crear algo muy similar, (son expertos imitando) crean algo lo más
parecido que puedan en todas las dimensiones y categorías en donde
intentan suplantar la vida. Así van creando seudoarte,
seudoespiritualidad, seudochamanes, seudogurus, seudoliberación.
Lo
más triste es que tanto las plantas maestras , como el arte o la
religión, que son las puertas sagradas y naturales para escapar de la
propia esclavitud y de la del sistema ya han sido clonadas y su burda
versión atrapa y engaña a millones de buenas personas timados por
seudochamanes o seudogurus que se venden a la primera…
Como diría Silvio:
…Y digo que el que se presta para peón del veneno
Es doble tonto y no quiero
Ser bailarín de su fiesta…
Dinero, sexo y poder, las energía que motivan nuestros 3 primeros
chakras, cautivan y corroen hasta las más puras intenciones de quienes
no han llegado a conocer el tesoro de su propio corazón. (Cuarto nivel)
Este es mi arte y esta mi ciencia.
El verdadero arte me llevo a la ciencia y la verdadera ciencia me regalo el arte.
Por eso no me pidas que cante para distraerte cuando lo que intento es recrearte…
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