Aquí encontrarás artículos sobre chamanismo, plantas sagradas, sabiduria indígena, y todo aquello que nos conecta con la Madre Naturaleza. Espero que lo disfrutes.
lunes, 27 de mayo de 2013
martes, 7 de mayo de 2013
La invitación de Oriah, el anciano indio..
No me interesa que haces para ganarte la vida.
Quiero saber cual es tu dolor; y si te atreves a soñar que encuentras lo que tu corazón añora.
No me interesa cuántos años tienes.
Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto, por amor, por tus sueños o por la aventura de estar vivo.
No me interesan qué planetas hacen la cuadratura de tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu propio dolor; y si las
traiciones de la vida te han abierto o, por el contrario, te han
encogido y encerrado en ti mismo por el temor a sentir más dolor.
Quiero saber si puedes sentarte con el dolor -mío o tuyo- sin moverte para esconderlo o para resolverlo.
Quiero saber si puedes estar con el gozo -tuyo o mío-; si puedes danzar
salvajemente y dejar que el Éxtasis te llene hasta las yemas de los
dedos de las manos y de los pies, sin advertirnos que debemos tener
cuidado y ser realistas, ni recordarnos las limitaciones de ser humanos.
No me interesa si es verdadera la historia que me cuentas.
Quiero saber si puedes ilusionar a otra persona para ser auténtica
consigo misma; si puedes soportar la acusación de ser un traidor y no
traicionar tu alma.
Quiero saber si puedes ser fiel y, por lo tanto, confiable.
Quiero saber si puedes sentir la belleza, aún cuando no todos los días
son bellos; y si puedes encontrar la fuente de tu vida en SU presencia.
Quiero saber si puedes vivir con el fracaso -tuyo o mío- y, a pesar de
ello, pararte a la orilla de un lago y gritar "SI!" al plateado de la
luna llena.
No me interesa saber dónde vives, ni cuánto dinero tienes.
Quiero saber si puedes ponerte de pie después de una noche de dolor y
desesperanza, agotado y golpeado hasta los huesos, y hacer lo que hay
que hacer por los niños.
No me interesa quién eres, ni cómo llegaste aquí.
Quiero saber si permanecerías conmigo en el centro del fuego sin echarte para atrás.
No me interesa dónde has estudiado, ni qué has estudiado, ni con quién lo has hecho.
Quiero saber que es lo que te sostiene desde adentro, cuando todo lo demás falla.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo.
Y si te agrada verdaderamente la compañía que buscas en los momentos vacíos.
EL CIELO EN LA TIERRA
Poder Personal del chaman
Para auxiliarle en su tarea, el chamán cuenta
con un poder personal especial que emana de sus espíritus ayudantes y de
su espíritu guardián, muchas veces en forma animal. Es el animal de
poder, también conocido como nagual o familiar. cuando
el chamán comienza a relacionarse con este espíritu guardián, se
establece una alianza para toda la vida. La existencia o el abandono del
espíritu guardián, está relacionado directamente con el riesgo de
enfermedades, con la autoconfianza y con el disfrute de una mente más o
menos despierta.
Los espíritus auxiliares son poderes menores si se les compara con el espíritu guardián, pero pueden representar un gran poder colectivo, ya que algunos chamanes pueden poseer cientos de ellos y se utilizan para funciones especiales o propósitos concretos.
Entre los indios de México y Guatemala, el espíritu guardián suele conocerse con el término nagual; se refiere tanto al espíritu del animal guardián como al chamán que se convierte en animal. Tonal se deriva del náhuatl tonalli, que se refiere al alma vital de una persona y es el signo del día en que esta nació, que suele ser un animal; implica hado, predestinación y el destino en la vida. Se puede creer que las experiencias de una persona en la realidad normal están determinadas por el animal tonal; pero es distinto al nagual o chamán que se encuentra más allá de la realidad normal.
Uno de los aspectos más importantes en el chamanismo es la curación. Según los conceptos chamánicos, la enfermedad se debe a la intrusión de un objeto ajeno en el cuerpo, a la pérdida o extravío del alma, o la carencia de energía a causa, por ejemplo, del abandono de sus animales de poder.
Las culturas chamánicas tuvieron que desarrollar las capacidades naturales de la mente en lo referente a la salud y métodos curativos. En este sentido, es básico que tanto el chamán como la persona sanada estén convencidos de que los poderes chamánicos existen. De este modo, no es de extrañar que los chamanes utilicen cualquier estratagema para alterar la creencia del enfermo acerca de la realidad. Las personas sólo ven lo que creen, o crean lo que ven, si hacemos caso a los shuar antes citados.
Por eso en sus operaciones es muy frecuente que los chamanes utilicen varios turcos, que a los observadores les pudiera parecer falsedad, p.ej., objetos que tienen en la mano y sacan en el momento adecuado; pero en muchas ocasiones sirve como prueba, como socorro para el chamán ante su paciente. Como toda curación implica la muerte y transformación de una parte de la persona, su participación es indispensable para cambiar su destino, que siempre es modificable.
Pero, ante todo, para el chamán, cura es un ejercicio de poder. Y la suerte del paciente depende siempre de la percepción del chamán de los poderes que operen en el caso y de su pericia para intervenir, propiciar, manipular, dirigir, eliminar y en general manejar los espíritus y las fuerzas que intervengan en un caso determinado. Por supuesto, en la mayoría de los casos, aparte de sus actuaciones más o menos fantásticas, los chamanes incluyen medicinas constituídas a base de hierbas y plantas medicinales, de las que son expertos.
Fred Alan Wolf intenta ofrecer una teoría de la curación chamánica de acuerdo con la física cuántica. El chamán curaría al iniciar a los pacientes, al hacerlos vibrar en consonancia con ellos mismos. El paciente sanaría al transferirse energía vibratoria desde su cuerpo al del chamán. Para Wolf, la clave está en la vibración y en los patrones vibratorios, donde se hallaría la enfermedad. El chamán sería capaz de producir vibración curativa en el cuerpo del paciente. Cuando el paciente conectara con esta vibración, se curaría. Los chamanes seían capaces de producir en sus propios cuerpos y/o en sus sistemas nerviosos ciertas vibraciones capaces de absorber la enfermedad de un paciente, con lo cual, si esto es así, realmente se exponen a un peligro cierto.
Según los conceptos chamánicos, en el cuerpo hay también distintas corrientes de energía que influyen en nuestra salud. Los sucesos físicos y emocionales pueden interrumpir y perturbar dichos flujos y son las perturbaciones crónicas las que conducen a la enfermedad. En definitiva, los chamanes piensan que las enfermedades son psicosomáticas, la mente altera el funcionamiento del cuerpo, lo cual ha sido comprobado en muchos yoguis, que son capaces de ralentizar los latidos del corazón hasta extremos increíbles, entre otros prodigios no menos sorprendentes. Y resulta curioso que en la actualidad se están prodigando los estudios en la medicina occidental en los que se pone de manifiesto la influencia de los estados de estress, de tensión, o de gran carga emocional negativa, en el pero funcionamiento del sistema inmunológico del cuerpo.
Los chamanes han sido los primeros curadores, los primeros diagnosticadores, y los primero psicoterapeutas del mundo, a lo largo de los siglos han desarrollado modelos terapeúticos muy sofisticados. Hay métodos de curación chamánicos muy parecidos a la terapia conductista contemporánea, la quimioterapia, la interpretación de los sueños, la terapia familiar, la hipnoterapia, la terapia ambiental y el psicodrama, lo que indica que los chamanes, los psicoterapeutas y los médicos tienen mucho más en común de lo que habitualmente se piensa.
Los espíritus auxiliares son poderes menores si se les compara con el espíritu guardián, pero pueden representar un gran poder colectivo, ya que algunos chamanes pueden poseer cientos de ellos y se utilizan para funciones especiales o propósitos concretos.
Entre los indios de México y Guatemala, el espíritu guardián suele conocerse con el término nagual; se refiere tanto al espíritu del animal guardián como al chamán que se convierte en animal. Tonal se deriva del náhuatl tonalli, que se refiere al alma vital de una persona y es el signo del día en que esta nació, que suele ser un animal; implica hado, predestinación y el destino en la vida. Se puede creer que las experiencias de una persona en la realidad normal están determinadas por el animal tonal; pero es distinto al nagual o chamán que se encuentra más allá de la realidad normal.
Uno de los aspectos más importantes en el chamanismo es la curación. Según los conceptos chamánicos, la enfermedad se debe a la intrusión de un objeto ajeno en el cuerpo, a la pérdida o extravío del alma, o la carencia de energía a causa, por ejemplo, del abandono de sus animales de poder.
Las culturas chamánicas tuvieron que desarrollar las capacidades naturales de la mente en lo referente a la salud y métodos curativos. En este sentido, es básico que tanto el chamán como la persona sanada estén convencidos de que los poderes chamánicos existen. De este modo, no es de extrañar que los chamanes utilicen cualquier estratagema para alterar la creencia del enfermo acerca de la realidad. Las personas sólo ven lo que creen, o crean lo que ven, si hacemos caso a los shuar antes citados.
Por eso en sus operaciones es muy frecuente que los chamanes utilicen varios turcos, que a los observadores les pudiera parecer falsedad, p.ej., objetos que tienen en la mano y sacan en el momento adecuado; pero en muchas ocasiones sirve como prueba, como socorro para el chamán ante su paciente. Como toda curación implica la muerte y transformación de una parte de la persona, su participación es indispensable para cambiar su destino, que siempre es modificable.
Pero, ante todo, para el chamán, cura es un ejercicio de poder. Y la suerte del paciente depende siempre de la percepción del chamán de los poderes que operen en el caso y de su pericia para intervenir, propiciar, manipular, dirigir, eliminar y en general manejar los espíritus y las fuerzas que intervengan en un caso determinado. Por supuesto, en la mayoría de los casos, aparte de sus actuaciones más o menos fantásticas, los chamanes incluyen medicinas constituídas a base de hierbas y plantas medicinales, de las que son expertos.
Fred Alan Wolf intenta ofrecer una teoría de la curación chamánica de acuerdo con la física cuántica. El chamán curaría al iniciar a los pacientes, al hacerlos vibrar en consonancia con ellos mismos. El paciente sanaría al transferirse energía vibratoria desde su cuerpo al del chamán. Para Wolf, la clave está en la vibración y en los patrones vibratorios, donde se hallaría la enfermedad. El chamán sería capaz de producir vibración curativa en el cuerpo del paciente. Cuando el paciente conectara con esta vibración, se curaría. Los chamanes seían capaces de producir en sus propios cuerpos y/o en sus sistemas nerviosos ciertas vibraciones capaces de absorber la enfermedad de un paciente, con lo cual, si esto es así, realmente se exponen a un peligro cierto.
Según los conceptos chamánicos, en el cuerpo hay también distintas corrientes de energía que influyen en nuestra salud. Los sucesos físicos y emocionales pueden interrumpir y perturbar dichos flujos y son las perturbaciones crónicas las que conducen a la enfermedad. En definitiva, los chamanes piensan que las enfermedades son psicosomáticas, la mente altera el funcionamiento del cuerpo, lo cual ha sido comprobado en muchos yoguis, que son capaces de ralentizar los latidos del corazón hasta extremos increíbles, entre otros prodigios no menos sorprendentes. Y resulta curioso que en la actualidad se están prodigando los estudios en la medicina occidental en los que se pone de manifiesto la influencia de los estados de estress, de tensión, o de gran carga emocional negativa, en el pero funcionamiento del sistema inmunológico del cuerpo.
Los chamanes han sido los primeros curadores, los primeros diagnosticadores, y los primero psicoterapeutas del mundo, a lo largo de los siglos han desarrollado modelos terapeúticos muy sofisticados. Hay métodos de curación chamánicos muy parecidos a la terapia conductista contemporánea, la quimioterapia, la interpretación de los sueños, la terapia familiar, la hipnoterapia, la terapia ambiental y el psicodrama, lo que indica que los chamanes, los psicoterapeutas y los médicos tienen mucho más en común de lo que habitualmente se piensa.
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