martes, 24 de enero de 2012

Bienvenidos

El Ayahuasca te lleva a su mundo mágico.
Te da lo que tiene que darte, te enseña lo que tiene que enseñarte.
El Ayahuasca no es una mera relación química sino una relación mágica.
Para ser entendida primero se tiene que aprender a sentir su dimensión, y como dicen los chamanes, usando corazón y no la cabeza.
Cada experiencia con Ayahuasca es distinta a la otra.


El Ayahuasca es una planta que nos puede enseñar el camino, nos puede mostrar hacia dónde vamos, cuál es la misión que todo ser humano debe cumplir en la Tierra, en el fondo es tener claro qué doy como humano a esta Tierra, a este espacio, qué es lo que estoy buscando.

Es también buscar nuestro lado espiritual conectado a nuestra conciencia, porque habitualmente estamos trabajando la mente, el raciocinio, y nos olvidamos del corazón.

El Ayahuasca nos permite esa conexión, conecta la mente con el cuerpo y la energía empieza a circular. Sentimos entonces nuestro corazón, nuestra alma, cómo estamos internamente; las emociones empiezan a fluir libremente.

Las visiones aparecen a medida que el canto se intensifica y la mareación sube, producto de la ingestión del brebaje, “produciendo contacto” con ciertas neuronas del cerebro.

Todo ritual bien llevado congrega respeto, preparación, confianza y entrega.